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  • Bajo este tenor el actual conflicto que enfrenta

    2018-11-15

    Bajo este tenor el actual conflicto que enfrenta Ucrania por los deseos separatistas de la cuenca minera de Donbas, es de suma importancia, ya que al interior de esta región multicultural viaja una red de gasoductos que conectan al bloque europeo con Rusia, los cuales mantienen un flujo anual de alrededor de 80 billones de metros cúbicos que corren en dirección oeste, ingresando por 7 puntos de acceso al interior de Rusia y que posterior phorbol myristate acetate su paso por Ucrania desembocan en Hungría, Rumania, Eslovaquia y Polonia. Es así que Ucrania se ostenta como el corredor más grande de transporte de gas, al ser este país el tránsito obligado de la mitad de las importaciones de gas natural ruso que consume Europa (véase Cuadro 3) y que, por otro lado, para la ue la prensa manejó cifras de entre el 50 y 60% como la proporción de este combustible que transita por territorio ucraniano en dirección al bloque. Esta posición que ocupa Kiev en el paso del gas lo hace un sitio de tensión, ya que en repetidas ocasiones las discrepancias entre los empresarios de Gazprom y los gobernantes de Kiev han provocado enfrentamientos que derivaron en la suspensión del flujo de gas ruso; desde la anexión de Crimea a territorio ruso y hasta los últimos meses de 2015 se han presentado dos recortes en el suministro del gas ruso para Ucrania poniendo con ello en peligro el flujo de este combustibles hacia el bloque europeo. El primero de ellos derivó precisamente de la anexión de Crimea, ya que este evento desató un conjunto de sanciones por parte de la Estados Unidos y la ue en contra de algunos políticos y empresarios rusos por apoyar el referéndum que llevó a ello, ante esto Rusia reaccionó utilizando a la energía como un arma diplomática, aplicando un recorte en el suministro de gas que duró seis meses (de junio a diciembre de 2014), afectando a algunos países europeos (aunque no tan fuerte como se hubiera previsto). Dicho recorte se dio por causa de un desacuerdo entre Kiev y Moscú sobre el incremento del precio que aplicó Gazprom al gas natural que le vendía a thorns Ucrania, so pretexto de (a) la cancelación del acuerdo de Járkov firmado en 2010, que quedó invalidado después que Rusia le arrebató Crimea, y (b) de la anulación del subsidio en el precio de gas que Kiev había ganado a finales de 2013 cuando Putin y Yanukovich negociaron, mismo que quedaba eliminado por la destitución de este segundo como presidente. Aparte de lo anterior, Rusia reclamaba el pago de una deuda atrasada del gobierno ucraniano por concepto de gas por alrededor de 2 500 millones de euros, y fue precisamente por la conjunción de todos estos factores que Gazprom decidió implementar –en el mismo mes de la suspensión en el suministro de gas a Ucrania– un sistema de prepago que condicionó el flujo de gas al reembolso monetario oportuno de Kiev, lo cual desembocó en una serie de negociaciones tripartitas entre Rusia, la ue y Kiev por solucionar este conflicto, pero lograron poco, solamente un acuerdo menor que permitió reanudar el flujo de gas a finales de 2014 y que no resolvía del todo el problema de la deuda ucraniana. En 2015, ya con el sistema de prepago funcionando, se presentó un nuevo recorte en el flujo de gas a causa de que Kiev no abonó su pago por adelantado, esta nueva suspensión se prolongó por 4 meses, de julio a octubre del presente año; tanto este recorte como el anterior fueron ampliamente divulgados por la prensa, pero estas discrepancias no son algo nuevo, ya en enero de 2009 –al igual que en 2006– Rusia interrumpió el suministro de gas a varios de sus clientes europeos –un par de semanas– por diferencias con Ucrania en torno al precio del mismo. En aquel año Moscú aplicó una disminución progresiva del bombeo de gas que pasaba por Ucrania y después que el presidente de Gazprom Alexéi Míller comprobara que éste ya no llegaba a sus socios europeos, la paraestatal decidió cerrar totalmente el flujo del mismo.